martes, 29 de mayo de 2007

OLORES EN PELIGRO -- P1

"Va a hacer mucho calor a partir de ahora, Juani. Deja de comprar tanto libro y atiende, que este año habrá que ahorrar para el aire acondicionado."

Probablemente éste sea uno de los comentarios más comunes cuando se acerca el verano. La variación de dicho comentario será ligera: un nombre de mujer distinto y otro tipo de afición cultural (en el peor de los casos, ni afición, ni cultural). No sé si “la Juani, lectora habitual de novela rosa, conocerá las razones y consecuencias de ese calor, pero estoy prácticamente seguro de que su marido –“su Manolo” – no tiene ni la más remota idea.
Aunque le daré un voto de confianza a ese hombre, al que antes hemos llamado Manolo por ser algo más de aquí, más auténtico que llamarle Sr. X o cualquier tontería de esas. Volviendo a nuestro Manolo, diré que cabe la posibilidad –entre otras– de que sea un simple obrero que se levanta temprano por las mañanas y hace su jornada laboral –más larga de lo habitual– en horario partido. La empresa únicamente le da una hora de descanso y la gasta en coger el coche, volver a su casa, calentar las sobras de otro día en el microondas y después coger el coche para incorporarse nuevamente a su puesto de trabajo a la hora indicada. Tras el descanso, vuelve a jugarse su integridad física en algunas tareas y, al finalizar, vuelve otra vez a su casa viendo como las agujas de su coche le indican constantemente por donde se va escondiendo el sol. ...

OLORES EN PELIGRO -- P2

... Abre la puerta, deja las llaves junto al teléfono, besa a sus hijos, y cuida de ellos mientras su mujer hace la cena. Manolo es consciente de que a final de mes parte de su salario desaparece tras pagar la hipoteca y la cuota por seguir viviendo. Y se pregunta qué hacer con el resto del dinero. Y mira a sus hijos. Y piensa en comprar algo que llene de felicidad a esos dos enanos. Y cada vez está más cerca el verano, y este año no tienen suficiente dinero para irse de vacaciones. Y el verano será cálido. Y sus hijos son pequeños y se quedarán en casa aburridos sin poder dormir su par de horas porque el calor les sofocará. Y vuelve a pensar en su dinero y lo primero que se le pasa por la cabeza es comprar un aire acondicionado, no para él, que apenas estará en casa, sino para su familia.

Sinceramente, entendería al marido de “la Juani”, es más, admiraría su dedicación por sus hijos y la preocupación que demuestra por el bienestar de su familia. Pero desconocen un gran problema vital para todos: el calentamiento global. El calor que sus hijos están destinados a sufrir es sólo el problema visible de dicho cambio climático. Vendría a ser como la punta de un gran iceberg gigante, que cada vez crece y sobresale más a diferencia del iceberg común, que ahora se deshace. ...

OLORES EN PELIGRO -- P3

... Pero volveré otra vez a la vida de nuestro Manolo, si se me permite. Resulta que hace unos días recibió una información dolorosa, “una verdad incómoda” como diría Al Gore. El mundo ha perdido toda sostenibilidad por culpa del exceso de CO2 en la atmósfera, situación que produce una retención del calor en el aire y en la superficie de la Tierra, alterando los distintos ecosistemas y ocasionando situaciones extremas.
Aún así, Manolo sigue viviendo como vivía antes, pero ahora, cuando va a tirar la basura observa bien el gran cúmulo de bolsas que hay junto al contenedor y exclama, con un vocabulario vulgar pero acertado: ¡El mundo se está yendo a la mierda!
Abre la puerta, deja las llaves junto al teléfono, besa a sus hijos, y cuida de ellos mientras su mujer hace la cena. Manolo es consciente de que a final de mes aún no ha estado lo suficiente con sus hijos porque parte de su tiempo desaparece para encerrarse a trabajar y pagar la hipoteca y la cuota por seguir viviendo. Y se pregunta qué hacer con su tiempo, con su vida. Y mira a sus hijos. Y piensa en hacer algo que llene de felicidad a esos dos enanos. Y cada vez está más cerca el verano, y este año no tienen suficiente dinero para irse de vacaciones. Y el verano será cálido. Y sus hijos son pequeños pero no se aburrirán. Su padre no piensa ir a hacer horas para comprarse un aire acondicionado que lance CO2. Enchufará el ventilador y jugará con sus hijos hasta que decidan caer rendidos por el cansancio. Y mirará a sus hijos mientras duermen. Y volverá a mirar el dinero y lo primero que se le pasará por la cabeza será guardarlo. Y con esos ahorros llevará a sus hijos a ver los bosques y los campos verdes tras un día de lluvia primaveral. Y les dirá que toquen la hierba y recuerden siempre el olor del verde. Y que miren lo bonitas que son las flores cuando les pones como fondo el mismo cielo. Y les dirá que todo aquello seguirá así si ellos quieren. Y ellos querrán. Y aprenderán a tener un motivo por el que luchar. Y guardarán la imagen de aquellos campos en sus poco experimentadas mentes. Porque querrán ver los mismos campos verdes que su padre les enseñó aquel día. Porque querrán saber a qué huelen los colores.

jueves, 26 de abril de 2007

PRESENTACIÓN DEL BLOG

Saludos cordiales a todos los internautas que ahora mismo están leyendo mis palabras. He aquí un blog dedicado a la literatura. Aquí podréis encontrar redacciones, artículos u otros textos que traten temas cercanos a este arte, el arte de las palabras.
Y os preguntaréis el porqué de ese título, La tinta espesa, como el chocolate. Bien, será mi labor explicaros su origen.
Muchos conocemos, o al menos habremos escuchado alguna vez aquel refrán contundente que dice: Las cosas claras y el chocolate espeso. En literatura, y como muy bien comentó Roser Iborra, mi profesora en el curso de técnicas literarias, es mejor sugerir que enseñar (en muchas otras facetas de la vida también os recomiendo esa intriga). Y si algo sugiere, no es claro, y si no es claro, y entrelazamos ideas líquidas, diremos que es espeso. De aquí que pretenda hacer espesa la tinta con la que escribo (aunque materialmente sea poco práctico a la hora de escribir con un bolígrafo escolar, ya me entendéis).
Cierto es que lo espeso tiene más facilidades de hacerse pesado, llegando incluso a incordiar. Para aquellos textos a realzar, se utilizarà una mezcla a partes iguales entre palabras y agua, para que aquéllas puedan nadar a sus anchas. Los textos a remarcar por su fondo crítico, se dejaran al sol durante un tiempo, el que sea necesario, como para que el agua que quede se evapore en forma de ideas y entren en la mente del individuo por cualquiera de sus sentidos, facilitando así la comprensión del mundo que le rodea y del gran cambio que debe plantearse para tener un mundo más justo, más bello y más duradero.